Ha llovido mucho desde que se hizo esta foto. Yo me pregunto que pondria la carta que mi hermano entregó a ese rey mago, y lo que es mas imoirtante si se lo traerian. Seguro que si porque tiene cara de haberse portado bien. Han cambiado muchas cosas en estos años, pero hay algo que no cambiará nunca y es la ilusión de un niño, y de algunos adultos, ante la visita de los reyes magos.
Yo recuerdo aquellas mañanas de reyes en las que me despertaba llena de ilusión y despertaba a mi hermana para que ella abriera sus regalos. Y recuerdo que ella siempre se enfadaba y me decia que la dejara dormir. Recuerdo aquellas serpientes de mazapán que siempre nos traian y todos los juguetes. La verdad es que como teniamos la tienda muchos de los regalos se obtenian juntando las embueltas de chocolate o comprando una determinada cantidad de productos. Asi que mis reyes eran siempre favulosos.
Y es que en general aquellas navidades de mi niñez se vivian de otra manera. Tenian otro sabor. Se cantaban villancicos por las calles, se recogia el musgo en el campo para hacer el portal de Belen, y los niños no ibamos a Carrefur con los padres a comprar los regalos, los padres tenian el cuidado de guardarlos celosamente hasta el dia seis de enero en que aparecian como por arte de magia en los pies de tu cama. Y Papá Noel, ¿quien era ese? Solo lo veiamos en alguna postal o alguna pelicula americana.
En fin, que sin querer pecar de abuela de "Cuentame", aquelas navidades no eran como las de ahora.
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